Berni nació en Rosario, Argentina, en 1905. Hijo de inmigrantes italianos, expuso por primera vez en 1920 y hasta su muerte (en Buenos Aires, 1981) constituyó un ejemplo de artista profundamente preocupado por los problemas de la sociedad de su tiempo, y su trayectoria creativa así lo revela. Fue pintor, grabador, dibujante, muralista, ilustrador, realizó objetos e instalaciones. Pero esta versatilidad, en lo que refiere a lenguajes y aspectos formales, se acompañó siempre de una misma temática: los problemas sociales.
Sus primeros paisajes y retratos dieron cuenta de su entorno familiar y regional. En 1923 expone ya en Buenos Aires y al año siguiente comienza a mandar sus obras al Salón Nacional de Bellas Artes, el concurso público más importante para pintores y escultores. En 1925 recibe del Jockey Club de Rosario una beca para estudiar en Europa. Se instaló en París (luego de una breve estadía en Madrid), donde concurrió a los talleres de André Lhote y Othon Friesz ( de tendencias cubista y fauvista respectivamente); y viajó por España, Italia, Holanda y Bélgica conociendo museos y grandes obras de la historia del arte. Pero además de esta conexión con la tradición artística y cultural, Europa lo contactó con las vanguardias estéticas y filosóficas. Entre los años 1927 y 1928 se vinculó al grupo de los surrealistas, trabando amistad con el poeta Louis Aragon, que lo acerca al círculo bretoniano. También en 1928, Berni se relaciona con el joven pensador Henri Lefébvre quien lo inicia en la lectura de Marx.
Desocupados, 1934
Es a partir de esos años que aflora en Berni el rol del artista como hombre de su tiempo y como actor social, la relación entre arte y política pasa a ser central. Sus cuadros buscarán reflejar la realidad de su sociedad, reflexionarán sobre ella e intentarán transformar el mundo marginal de los trabajadores.
Retorna a la Argentina en 1930, y previo un breve trabajo en pinturas y collages surrealistas, a partir de 1932 su obra se verá marcada por un realismo crítico y comenzará a manifestar sus preocupaciones sociales.
En 1933 toma contacto con Siqueiros, exponente del muralismo mexicano y del concepto del mural como forma de acercar el arte a la comunidad.
Manifestación, 1934
Desde entonces trabaja en obras de gran tamaño (a falta de murales), que tratan a escala monumental los conflictos de las clases populares. En 1934 pinta sobre arpillera y con témpera “Desocupados” y “Manifestación”, entre otras obras que recrean escenas de la vida en las ciudades y de la situación de los trabajadores luego de la crisis de 1929. También se ocupó de la vida en el campo, ejemplos de esto lo constituyen las obras “Chacareros” de 1936 y “Mujeres del mundo” de 1938.
Chacareros, 1936
En 1941 viaja por Latinoamérica, estudiando su arte. En 1943 obtiene el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Bellas Artes. En 1944 forma junto con Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro, el primer taller de Arte Mural (Taller de Pintura Mural Decorativa), con el que pinta en 1945 la decoración de la cúpula de las Galerías Pacífico (centro comercial ubicado en la calle Florida esq. Avda. Córdoba, Buenos Aires). Si bien trabajaron en equipo, cada uno de los artistas ejecutó un panel: Berni, El amor; Spilimbergo, El dominio de las fuerzas naturales; Castagnino, La vida doméstica; Urruchúa, La fraternidad; y Colmeiro, español exiliado en la Argentina en 1936 por causa de la Guerra Civil española, La pareja humana.
Berni, mural en Galerias Pacífico, Buenos Aires.
En los años 50 comienza una serie dedicada a los pobladores más humildes del interior del país, sobre todo de Chaco y Santiago del Estero, ocupándose del fenómeno de las migraciones internas. Son ilustrativas de este período las obras “Los hacheros” de 1953 (arriba) y “Migración” de 1954 (abajo).
Para leer la segunda entrada en el blog sobre este pintor (su obra a partir de 1958), ir a:
http://estudi-arte.blogspot.com/2010/04/antonio-berni-maestro-argentino-ejemplo_22.html
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