viernes, 1 de julio de 2011

Chicago (IV) Frank Lloyd Wright, La casa Robie

Frank Lloyd Wrigh es uno de los nombres fundamentales en la historia de la arquitectura norteamericana. Nacido en Wisconsin en 1867, en 1887 se establece en Chicago y a fines de ese año entra a trabajar en el estudio de arquitectos más notables de la ciudad: Adler & Sullivan. Por estos años estos arquitectos proyectan algunos de los edificios considerados emblemáticos de la vanguardista “Escuela de Chicago”: el Auditorium Building, el Wainwright Building de St. Louis, entre otros, con la colaboración del joven Frank, que se destaca por su inventiva al tiempo que crece en experiencia al trabajar junto a Louis Sullivan, el artista y teórico de la sociedad.
La propuesta de la Escuela de Chicago es generar nuevos modelos constructivos a partir de la incorporación de los logros industriales a la estructura del edificio, empleando vigas y columnas de hierro y acero para sostener los forjados de las plantas. Y frente a la arquitectura historicista en boga entonces (sobre todo a partir de la Exposición Universal de 1893 realizada en Chicago), Sullivan proponía que cada edificio debía manifestar ya en su fachada su función y su estructura interna, y no colocar de manera estándar fachadas históricas. De ahí el lema que caracteriza a esta corriente: “Form follows function”, la forma sigue a la función. De acuerdo a la función, se distribuían las formas del edificio, de manera totalmente natural, incluyendo su fachada. Y frente a las fachadas austeras y verticales características de Europa, proponían una arquitectura “americana” que se desplegara en forma horizontal, que dijera del vasto paisaje y del amplio espacio disponible de este lado del Atlántico.
De esta primera etapa de la obra de Wright no sólo destaca la influencia ejercida por Sullivan, sino también su incipiente admiración por la arquitectura japonesa, estudiada a través de estampas y de la que pudo observar en un templo erigido en la citada Exposición de 1893. Esta arquitectura va a estar presente en su obra a través de la búsqueda de integración del edificio al entorno natural, en el uso de la planta interior abierta, la acentuación de la horizontalidad, las hileras de ventanas y la proliferación de cubiertas que se prolongan en amplios aleros.
En 1893, Frank Lloyd Wright se desvinculó de Adler & Sullivan e inició en forma independiente su práctica profesional.
En los años siguientes va a realizar varias viviendas particulares en las que de a poco se va definiendo el estilo de vivienda con el que lograría gran éxito a principios del siglo XX: “las casas de la pradera”. Se trata de casas dominadas por el amplio alero de la cubierta, que la hace parecer más baja de lo que es, fachadas horizontales, espacios abiertos en el interior, y de diferentes alturas como forma de delimitación.
Con el transcurso de los años, en los escritos y conferencias de Wright, se van definiendo los principios de la denominada “arquitectura orgánica”, que él representa: la naturaleza como fuente de verdad moral y de inspiración. La presencia de la naturaleza en su obra no se realiza representándola literalmente, sino que aparece a través de la abstracción geométrica de sus formas. Y estas formas orgánicas y geométricas pueblan todos los objetos que él diseñaba especialmente para cada una de sus viviendas: ventanas, cristales, luminarias, muebles, etc.
Características generales que presentan “las casas de la pradera” (prairie houses):
- Sistema unit, o de unidad de medida fundamental. Wright tomó como unidad la distancia existente entre dos jambas y ajustó a ésta las medidas de columnas, paredes, muros, dotando así a todos los espacios de un equilibrio geométrico.
- Altura de la casa en función de su propia estatura (1,71 m)
- Eliminación de la forma de caja, desplazando los pilares de carga desde los muros al interior de la casa. Generación de amplios aleros que protegen del sol y la lluvia.
- Ausencia de simetría. Se desplazó la entrada de la casa del centro, incluso escondiéndola.
- Cubiertas bajas, ofreciendo resguardo y protección.
- Dominio de la horizontalidad, reflejo del paisaje de llanuras del medio oeste norteamericano.
- Terrazas, muros y aleros de gran amplitud, extendiendo la casa en su entorno.
- Las chimeneas constituyen el núcleo de la casa, distribuyendo luz y calor.
- Ventanas y puertas con cristales ornamentales unidos por emplomaduras, sus diseños son tomados de la naturaleza. Bañan de cálida luz los interiores al tiempo que evitan el uso de cortinas.
- Los espacios se enlazan unos con otros, sin necesidad de puertas, alternando techos bajos y altos.

La casa Robie

Todos estos principios fueron los aplicados por Frank Lloyd Wright en la que se considera la más importante de todas “las casas de la pradera”, la Robie House, en Chicago.
Construida entre 1908 y 1909 (inaugurada en 1910) para el fabricante de bicicletas Frederick C. Robie, se caracteriza por la horizontalidad que emerge de cubiertas, muros y secuencia de ventanas. En la planta baja se ubicó un gran salón de juegos, dividido en dos (sala de juegos y sala de billar) por la chimenea, ambiente que da hacia el frente; el lavadero y la sala de calefacción y el garage, todo esto hacia la parte trasera de la casa.
En el primer piso, que constituye la planta principal, también se articula un gran espacio único alrededor de una chimenea que lo subdivide en sala de estar y comedor. Una secuencia extendida de puertas acristaladas abre el espacio a un balcón extendido, que gracias a los aleros quedan protegidos de la vista externa.
Esta segunda planta se completa con la cocina y las habitaciones de servicio, ubicadas encima del garage, dan también a la parte trasera.
En el tercer nivel se disponen los dormitorios, encima de la cocina y la sala.
La puerta de entrada a la casa Robie se ubica en la planta baja, en uno de los laterales, conduciendo a través de escaleras hacia la planta principal.
Los muros combinan ladrillo y piedra caliza.
Al igual que en la mayoría de sus construcciones, Wright se encargó de los diseños de todo el mobiliario, los luminarias, así como del diseño geométrico de los vitrales de puertas y ventanas.




Dejo a continuación una selección de los registros fotográficos de mi visita a la casa Robie (la última foto que corresponde a los muebles del comedor, está tomada de internet ya que en la visita a la casa no se pueden tomar fotos del interior)