sábado, 23 de marzo de 2013
miércoles, 20 de marzo de 2013
Actividad para los 2dos. Arte y Expresión y los 3ros. Arte y Expresión y Matemática y Diseño - Liceos IAVA y Elbio Fernández
ACTIVIDAD
DOMICILIARIA Nº 1
1 – Ubica
información sobre el pintor Rafael Barradas: datos biográficos, características
de su obra, lenguajes en los que trabajó. Realiza una síntesis con esta
información.
2 –
Visita luego la muestra “Barradas – Colección MNAV”, en el Museo Nacional de
Artes Visuales (MNAV) sito en Tomás Giribaldi 2283 esq. Julio Herrera y
Reissig, Parque Rodó, y contesta:
- ¿Cuántas obras de Barradas se exponen? ¿A qué colección pertenecen?
- ¿Cuántas salas del museo se dispusieron para esta muestra? ¿Cómo se organizaron las obras en ellas? (cronológicamente, por temas, por lenguajes, etc., etc.)
- ¿Están dispuestas de forma tal que se pueden apreciar bien? (altura, iluminación, espacios de circulación, etc)
- ¿Qué información suministra la exposición sobre el artista y sus obras? ¿A través de qué medios se nos informa? ¿Te resultó satisfactoria esta información?
- A partir de lo que leíste sobre Barradas y luego de visitar la muestra, ¿cómo definirías la pintura de Barradas?
- Selecciona una obra (incorpora a tu trabajo una imagen) y luego de señalar todos los datos formales de la misma (título, fecha, medidas, soporte, técnica) realiza un comentario donde aparezcan tus apreciaciones sobre los siguientes aspectos: tema, formas de representación, uso de la línea y el color.
Nota:
El Museo Nacional de Artes Visuales permanecerá abierto en semana de turismo de
martes a domingo de 14 a 19 hrs.
Bibliografía
sugerida para la información previa:
- Peluffo Linardi, Gabriel, “Historia de la pintura uruguaya” tomo II
- “Barradas” Arte uruguayo , de los maestros a nuestros días. Colección El País
- Argul, J.P., “Proceso de las artes plásticas en el Uruguay”
- Pereda, Raquel, “Barradas”
Fecha de entrega del trabajo: entre el lunes 8 y el miércoles 10 de abril
Formato: puedes enviarlo al mail que aparece en el blog debidamente individualizado (nombre y grupo) o entregarlo en clase en formato papel.
domingo, 17 de marzo de 2013
Wifredo Díaz Valdéz, el arte de la desestructuración
Wifredo Díaz Valdéz es un escultor uruguayo nacido en 1932 y formado en el oficio de la carpintería. La pasada edición del Salón Nacional de Artes Visuales homenajeó su obra y su trayectoria llevando su nombre. Es también Díaz Valdéz el artista seleccionado por la Comisión Nacional de Artes Visuales para representar a Uruguay en la 55ª Bienal de Venecia, a realizarse a partir de junio de este año.
Su trabajo escultórico, iniciado en los años 60,
recurre a la madera como material central de sus composiciones. En una primera
etapa, experimentó su tallado, creando objetos artísticos de fuerte valor
plástico y poético. Más adelante, el artista incursionó en lo que constituye
hoy el factor distintivo de sus creaciones: desarmar objetos de uso cotidiano
para volverlos a armar, transformados, creando así singulares esculturas.
Objetos como una rueda de carro, una ventana, un violín o una guitarra, una
silla, etc., se des construyen para
construir objetos nuevos que invitan a reflexionar sobre lo que esconden las
formas y la materia, el desgaste que provoca el paso del tiempo, las alegorías que
revelan las metamorfosis.
Bochas. 1991. Colección Daros Latinoamérica.
En la des construcción y la posterior construcción
el artista va a los orígenes, al centro, al alma de piezas que en muchos casos
representan el devenir humano, el tiempo. Y también nos revela los contrastes
entre corteza exterior y centro, entre la intervención del artista y lo que no
se alteró. Y estos contrastes hacen a la obra, tanto desde lo formal como desde
lo simbólico.
Rueda. 1988. Colección Daros Latinoamérica
La desestructuración de los objetos se logra a
través de cortes sucesivos, y su posterior articulación se realiza utilizando
clavijas, bisagras, pequeñas puertas, puentes y túneles que permiten descubrir
el interior más recóndito de la madera.
Objeto Nº 8 de taller. 1984. Museo Nacional de Artes Visuales
Su destreza como carpintero colabora en la tarea
creativa que realiza con la madera. Es desde este oficio que llegó al arte.
Nacido en Treinta y Tres, se formó en un taller de carpintería, en estrecha
vinculación con las tareas del campo. De la carpintería rústica pasa luego a
los trabajos de obra (puertas, ventanas y marcos para la construcción). Llega a
Montevideo con 23 años y mientras trabaja para mueblerías, inicia su
experimentación con la escultura.
Cosas de cuerda y madera. s/f. Museo Nacional de Artes Visuales
Obtuvo numerosos premios nacionales e
internacionales, expuso en varios países e integró el envío uruguayo a la
Bienal de San Pablo de 1985. Y en el presente año, Díaz Valdéz nos representará
en uno de los más importantes eventos del arte internacional: la Bienal de
Venecia.
De sus muestras de los últimos años destaca la realizada
en 2009 en la Fundación Pablo Atchugarry, denominada “Del olvido, la memoria y
el alma”, en la que presentó tres obras escultóricas: “El monte en flor” (grupo
de 40 piezas), “Mojones” (8 piezas) y “Viento pampero” (pieza única). En 2011
se presentó en Zúrich la muestra “Construyendo deconstruyendo”, que consistió
en la exposición de las doce obras del artista adquiridas por la Colección
Daros Latinoamérica.
Sitios web sugeridos:
http://www.elmonitorplastico.com/El_Monitor_Plastico_Archivo.html
(entrevista a WDV realizada por Pincho Casanova en el año 2008)
http://www.revistalapupila.com/pdf/r16.pdf
(entrevista a WDV realizada por Gerardo Mantero y Oscar Larroca en el año 2011)
http://mnav.gub.uy/cms.php?a=784 (datos de WDV)
sábado, 9 de marzo de 2013
Raúl Soldi, una pintura realizada desde el sueño
Raúl
Soldi (1905-1994) nació en Buenos Aires, de padres italianos y creció rodeado
de artistas. A los 18 años viajó a Europa, ingresando a la
Academia Brera, de Milán, en 1924. Su formación en este ámbito se extendió
hasta 1931. Participó en estos años en grupos de artistas, realizando
exposiciones tanto individuales como colectivas. Ya en esta época consolidó un
carácter constante en su trayectoria: la preocupación por los aspectos formales
de la pintura más que por las problemáticas expresivas del lenguaje o la
búsqueda de innovaciones. De ahí que su obra no se haya alineado a la
modernidad pictórica del siglo XX, habiendo permanecido fiel a la tradición de
corte académico, más preocupada en aspectos tales como el lugar del color
frente a la forma en términos de composición.
La hamaca. 1933. Óleo sobre tela, 80 x 107 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires
Hacia
1935, ya en Argentina, comenzó a trabajar como escenógrafo para el cine
argentino, tarea que desempeñará por muchos años, hasta mediados de la década
del 50 aproximadamente. Esta actividad, con la que se sustentaba, le insumía
largas jornadas, por lo que durante mucho tiempo pintó durante la noche. Ya en sus primeras exposiciones en Argentina,
presenta obras caracterizadas por la desmaterialización de sus figuras,
presentadas como pertenecientes a un mundo de ensueño o de evocación. Esta
etapa, que va desde 1935 a 1950, se ha denominado “período amarillo”, por la
recurrencia de este color en sus pinturas, debido tal vez a la luz artificial
con la que pintaba. Corresponden a esta etapa un gran número de figuras femeninas,
jóvenes y gráciles, que aparecen como salidas de otra realidad, imaginada o
recordada. No hay claridad anecdótica,
sus pinturas presentan una indefinición temática, o una notoria ambigüedad,
que contribuyen a esa sensación de irrealidad a la que referíamos. La figuración en Soldi no responde al canon de
la Academia, ya que la realiza desde una subjetividad generadora de climas espirituales. Esto mismo se aplica para
sus paisajes suburbanos, sus figuras de circo, bodegones e iconografía cristiana.
No persigue la ilusión de tridimensionalidad, sus figuras, estilizadas y
sutilmente deformadas, responden a una clara concepción bidimensional, el color
se impone a la forma, y la línea, en muchos casos usada en elaborados
arabescos, es clave para la
desmaterialización que las caracteriza.
Desde
los años 50 y hasta mediados de los 70 abundan los colores azules, por lo que
estos años se engloban en el denominado “período azul”. Es la época de las grandes
obras de Soldi, donde él ya puede vivir de su pintura.
En la
década del 50, Soldi conoce la localidad de Glew, quedando inmediatamente
atraído por su carácter de lugar detenido en el tiempo. Adopta a Glew como su
lugar de veraneo y en 1953 comienza la que va a ser una de sus obras mayores:
la decoración de los muros de la Parroquia de Santa Ana. Por más de 20 años
trabajará en estos frescos, cubriendo 250 metros cuadrados y empleando más de 60
figuras. Se trata de escenificaciones de la vida de Santa Ana, para las que
Soldi recurre a numerosas referencias a Glew y su entorno. El tema bíblico fue
traído al presente y a un lugar físico determinado: el nacimiento de la virgen
tiene lugar en el patio de una casa que está en la esquina de la iglesia, las
diferentes escenas están plagadas de las vacas, ovejas, gallinas, cardos y
molinos que Soldi veía cotidianamente en el pueblo, los vecinos sirvieron de
modelos para los distintos personajes.
Aplicó mayoritariamente la técnica del fresco según la usanza renacentista:
picaba la pared utilizando superficies de 30 a 40 cm, revocaba y pintaba.
Parroquia Santa Ana. Frescos. 1953-1976. Glew. Provincia de Buenos Aires
En la
década del 60 pinta otra importante obra: la cúpula del Teatro Colón. La
iniciativa fue de Mujica Lainez. Éste había visitado en París la Ópera Garnier,
apreciando allí la obra de Chagall de 1964. De regreso a Buenos Aires cree que
Soldi es el indicado para pintar el techo del Colón, por el contenido musical
presente en su obra. El 25 de mayo de 1966 se inauguró el conjunto de dieciséis
paneles de pintura sobre tela que Soldi concibió y ejecutó para decorar la
cúpula. Denominada “Alegoría a la música, al canto y al baile”, es una
representación de la vida teatral en sus diferentes aspectos: instrumentos
musicales, actores en un entreacto jugando al ajedrez, músicos ejecutando sus instrumentos,
actores al ingresar al escenario intercambiando máscaras. Cincuenta y una
figuras cubren así 318 metros cuadrados.
Entre
finales de los años 70 y los 90 transcurre el denominado “período blanco”, en
el que su paleta se aclara, constituyendo el blanco un color recurrente.
En 1979
el pintor crea la Fundación Soldi, a la que dona las que considera sus 60
mejores obras. Se trata de 40 óleos, 15 dibujos y 5 grabados, realizados entre
1927 y 1978. A estos se suman atriles, fotografías y textos. En 1982 abre sus
puertas en la casa que fuera su residencia veraniega en Glew.
Fue uno
de los pintores más populares de la Argentina (en 1992 se le realizó un
homenaje en el Palais de Glace, con una exposición que tuvo un número record de
visitantes) si bien muchos críticos señalan lo estereotipado de su obra a
partir de los años 50.
Dejo a
continuación algunas fotos que tomé en Glew (Parroquia Santa Ana y Fundación
Soldi) en el año 2008
Libros consultados:
Févre,
Fermín (2000) Raúl Soldi. Editorial El Ateneo - Bifronte. Buenos Aires
Fundación
Soldi (1981) Obras de la Fundación.
Ediciones de Arte Gaglianone. Buenos Aires
López
Anaya, Jorge (2005) Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000).
Emecé Editores S.A. Buenos Aires