miércoles, 20 de marzo de 2013

Actividad para los 2dos. Arte y Expresión y los 3ros. Arte y Expresión y Matemática y Diseño - Liceos IAVA y Elbio Fernández



ACTIVIDAD DOMICILIARIA Nº 1

1 – Ubica información sobre el pintor Rafael Barradas: datos biográficos, características de su obra, lenguajes en los que trabajó. Realiza una síntesis con esta información.

2 – Visita luego la muestra “Barradas – Colección MNAV”, en el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) sito en Tomás Giribaldi 2283 esq. Julio Herrera y Reissig, Parque Rodó, y contesta:

  •   ¿Cuántas obras de Barradas se exponen? ¿A qué colección pertenecen?
  •    ¿Cuántas salas del museo se dispusieron para esta muestra? ¿Cómo se organizaron las obras en ellas? (cronológicamente, por temas, por lenguajes, etc., etc.) 
  •   ¿Están dispuestas de forma tal que se pueden apreciar bien? (altura, iluminación, espacios de circulación, etc)
  •    ¿Qué información suministra la exposición sobre el artista y sus obras? ¿A través de qué medios se nos informa? ¿Te resultó satisfactoria esta información?
  •    A partir de lo que leíste sobre Barradas y luego de visitar la muestra, ¿cómo definirías la pintura de Barradas?
  •    Selecciona una obra (incorpora a tu trabajo una imagen) y luego de señalar todos los datos formales de la misma (título, fecha, medidas, soporte, técnica) realiza un comentario donde aparezcan tus apreciaciones sobre los siguientes aspectos: tema, formas de representación, uso de la línea y el color.

Nota: El Museo Nacional de Artes Visuales permanecerá abierto en semana de turismo de martes a domingo de 14 a 19 hrs.

Bibliografía sugerida para la información previa:

  • Peluffo Linardi, Gabriel, “Historia de la pintura uruguaya” tomo II
  •   “Barradas” Arte uruguayo , de los maestros a nuestros días. Colección El País
  •    Argul, J.P., “Proceso de las artes plásticas en el Uruguay” 
  •    Pereda, Raquel, “Barradas” 

Fecha de entrega del trabajo: entre el lunes 8 y el miércoles 10 de abril 
Formato: puedes enviarlo al mail que aparece en el blog debidamente individualizado (nombre y grupo) o entregarlo en clase en formato papel.

domingo, 17 de marzo de 2013

Wifredo Díaz Valdéz, el arte de la desestructuración


Wifredo Díaz Valdéz es un escultor uruguayo nacido en 1932 y formado en el oficio de la carpintería. La pasada edición del Salón Nacional de Artes Visuales homenajeó su obra y su trayectoria llevando su nombre. Es también Díaz Valdéz el artista seleccionado por la Comisión Nacional de Artes Visuales para representar a Uruguay en la 55ª Bienal de Venecia, a realizarse a partir de junio de este año.

 
Su trabajo escultórico, iniciado en los años 60, recurre a la madera como material central de sus composiciones. En una primera etapa, experimentó su tallado, creando objetos artísticos de fuerte valor plástico y poético. Más adelante, el artista incursionó en lo que constituye hoy el factor distintivo de sus creaciones: desarmar objetos de uso cotidiano para volverlos a armar, transformados, creando así singulares esculturas. Objetos como una rueda de carro, una ventana, un violín o una guitarra, una silla, etc., se des construyen  para construir objetos nuevos que invitan a reflexionar sobre lo que esconden las formas y la materia, el desgaste que provoca el paso del tiempo, las alegorías que revelan las metamorfosis.


Bochas. 1991. Colección Daros Latinoamérica.

En la des construcción y la posterior construcción el artista va a los orígenes, al centro, al alma de piezas que en muchos casos representan el devenir humano, el tiempo. Y también nos revela los contrastes entre corteza exterior y centro, entre la intervención del artista y lo que no se alteró. Y estos contrastes hacen a la obra, tanto desde lo formal como desde lo simbólico.


Rueda. 1988. Colección Daros Latinoamérica



La desestructuración de los objetos se logra a través de cortes sucesivos, y su posterior articulación se realiza utilizando clavijas, bisagras, pequeñas puertas, puentes y túneles que permiten descubrir el interior más recóndito de la madera.


                            Objeto Nº 8 de taller. 1984. Museo Nacional de Artes Visuales

Su destreza como carpintero colabora en la tarea creativa que realiza con la madera. Es desde este oficio que llegó al arte. Nacido en Treinta y Tres, se formó en un taller de carpintería, en estrecha vinculación con las tareas del campo. De la carpintería rústica pasa luego a los trabajos de obra (puertas, ventanas y marcos para la construcción). Llega a Montevideo con 23 años y mientras trabaja para mueblerías, inicia su experimentación con la escultura.


                                Cosas de cuerda y madera. s/f. Museo Nacional de Artes Visuales

 Obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales, expuso en varios países e integró el envío uruguayo a la Bienal de San Pablo de 1985. Y en el presente año, Díaz Valdéz nos representará en uno de los más importantes eventos del arte internacional: la Bienal de Venecia.
De sus muestras de los últimos años destaca la realizada en 2009 en la Fundación Pablo Atchugarry, denominada “Del olvido, la memoria y el alma”, en la que presentó tres obras escultóricas: “El monte en flor” (grupo de 40 piezas), “Mojones” (8 piezas) y “Viento pampero” (pieza única). En 2011 se presentó en Zúrich la muestra “Construyendo deconstruyendo”, que consistió en la exposición de las doce obras del artista adquiridas por la Colección Daros Latinoamérica.

Sitios web sugeridos:
http://www.elmonitorplastico.com/El_Monitor_Plastico_Archivo.html (entrevista a WDV realizada por Pincho Casanova en el año 2008)
http://www.revistalapupila.com/pdf/r16.pdf (entrevista a WDV realizada por Gerardo Mantero y Oscar Larroca en el año 2011)

 

sábado, 9 de marzo de 2013

Raúl Soldi, una pintura realizada desde el sueño



Raúl Soldi (1905-1994) nació en Buenos Aires, de padres italianos y creció rodeado de artistas.   A los 18 años viajó a Europa, ingresando a la Academia Brera, de Milán, en 1924. Su formación en este ámbito se extendió hasta 1931. Participó en estos años en grupos de artistas, realizando exposiciones tanto individuales como colectivas. Ya en esta época consolidó un carácter constante en su trayectoria: la preocupación por los aspectos formales de la pintura más que por las problemáticas expresivas del lenguaje o  la búsqueda de innovaciones. De ahí que su obra no se haya alineado a la modernidad pictórica del siglo XX, habiendo permanecido fiel a la tradición de corte académico, más preocupada en aspectos tales como el lugar del color frente a la forma en términos de composición. 

 La hamaca. 1933. Óleo sobre tela, 80 x 107 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires

Hacia 1935, ya en Argentina, comenzó a trabajar como escenógrafo para el cine argentino, tarea que desempeñará por muchos años, hasta mediados de la década del 50 aproximadamente. Esta actividad, con la que se sustentaba, le insumía largas jornadas, por lo que durante mucho tiempo pintó durante la noche.  Ya en sus primeras exposiciones en Argentina, presenta obras caracterizadas por la desmaterialización de sus figuras, presentadas como pertenecientes a un mundo de ensueño o de evocación. Esta etapa, que va desde 1935 a 1950, se ha denominado “período amarillo”, por la recurrencia de este color en sus pinturas, debido tal vez a la luz artificial con la que pintaba. Corresponden a esta etapa un gran número de figuras femeninas, jóvenes y gráciles, que aparecen como salidas de otra realidad, imaginada o recordada. No hay claridad anecdótica,  sus pinturas presentan una indefinición temática, o una notoria ambigüedad, que contribuyen a esa sensación de irrealidad a la que referíamos.  La figuración en Soldi no responde al canon de la Academia, ya que la realiza desde una subjetividad generadora de  climas espirituales. Esto mismo se aplica para sus paisajes suburbanos, sus figuras de circo, bodegones e iconografía cristiana. No persigue la ilusión de tridimensionalidad, sus figuras, estilizadas y sutilmente deformadas, responden a una clara concepción bidimensional, el color se impone a la forma, y la línea, en muchos casos usada en elaborados arabescos,  es clave para la desmaterialización que las caracteriza.

Joven leyendo. S/f. Óleo sobre tela, 65 x 55 cm. Colección de Arte Amelia Lacroze de Fortabat. Buenos Aires

Desde los años 50 y hasta mediados de los 70 abundan los colores azules, por lo que estos años se engloban en el denominado “período azul”. Es la época de las grandes obras de Soldi, donde él ya puede vivir de su pintura.
En la década del 50, Soldi conoce la localidad de Glew, quedando inmediatamente atraído por su carácter de lugar detenido en el tiempo. Adopta a Glew como su lugar de veraneo y en 1953 comienza la que va a ser una de sus obras mayores: la decoración de los muros de la Parroquia de Santa Ana. Por más de 20 años trabajará en estos frescos, cubriendo  250 metros cuadrados y empleando más de 60 figuras. Se trata de escenificaciones de la vida de Santa Ana, para las que Soldi recurre a numerosas referencias a Glew y su entorno. El tema bíblico fue traído al presente y a un lugar físico determinado: el nacimiento de la virgen tiene lugar en el patio de una casa que está en la esquina de la iglesia, las diferentes escenas están plagadas de las vacas, ovejas, gallinas, cardos y molinos que Soldi veía cotidianamente en el pueblo, los vecinos sirvieron de modelos  para los distintos personajes. Aplicó mayoritariamente la técnica del fresco según la usanza renacentista: picaba la pared utilizando superficies de 30 a 40 cm, revocaba y pintaba. 

 Parroquia Santa Ana. Frescos. 1953-1976. Glew. Provincia de Buenos Aires

                                         Cúpula del Teatro Colón. 1965-66.  Buenos Aires

En la década del 60 pinta otra importante obra: la cúpula del Teatro Colón. La iniciativa fue de Mujica Lainez. Éste había visitado en París la Ópera Garnier, apreciando allí la obra de Chagall de 1964. De regreso a Buenos Aires cree que Soldi es el indicado para pintar el techo del Colón, por el contenido musical presente en su obra. El 25 de mayo de 1966 se inauguró el conjunto de dieciséis paneles de pintura sobre tela que Soldi concibió y ejecutó para decorar la cúpula. Denominada “Alegoría a la música, al canto y al baile”, es una representación de la vida teatral en sus diferentes aspectos: instrumentos musicales, actores en un entreacto jugando al ajedrez, músicos ejecutando sus instrumentos, actores al ingresar al escenario intercambiando máscaras. Cincuenta y una figuras cubren así 318 metros cuadrados.
Entre finales de los años 70 y los 90 transcurre el denominado “período blanco”, en el que su paleta se aclara, constituyendo el blanco un color recurrente.
En 1979 el pintor crea la Fundación Soldi, a la que dona las que considera sus 60 mejores obras. Se trata de 40 óleos, 15 dibujos y 5 grabados, realizados entre 1927 y 1978. A estos se suman atriles, fotografías y textos. En 1982 abre sus puertas en la casa que fuera su residencia veraniega en Glew.
Fue uno de los pintores más populares de la Argentina (en 1992 se le realizó un homenaje en el Palais de Glace, con una exposición que tuvo un número record de visitantes) si bien muchos críticos señalan lo estereotipado de su obra a partir de los años 50.
Dejo a continuación algunas fotos que tomé en Glew (Parroquia Santa Ana y Fundación Soldi) en el año 2008


Libros consultados:
Févre, Fermín (2000) Raúl Soldi. Editorial El Ateneo -  Bifronte. Buenos Aires
Fundación Soldi  (1981) Obras de la Fundación. Ediciones de Arte Gaglianone. Buenos Aires
López Anaya, Jorge (2005) Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000). Emecé Editores S.A. Buenos Aires